Cunit, situado en la provincia de Tarragona, está lleno de historia en cada de uno de sus rincones. Pocos conocen los detalles de esta hermosa población de la Costa Dorada, por ello vamos a hacer una viaje a través del tiempo para saber más sobre la historia de Cunit.
Prehistoria en Cunit
Se conocen pocos detalles de la época prehistórica en Cunit. En el año 2015 se realizaron unas excavaciones arqueológicas en las cuevas de Sant Antoni, en las que se encontraron restos de las civilizaciones que vivieron allí en el año 3700 a.C.
Los primeros pobladores de Cunit fueron los cosetanos, un pueblo íbero que vivían en cabañas rudimentarias hechas de materiales pocos duraderos. La cueva de Sant Antoni era utilizada como almacén, motivo por el que se encontraron diferentes objetos como jarras de almacenamiento, elementos de atuendos, collares etc.
Sorpresivamente también se encontraron restos de metal pertenecientes a joyas y complementos de armas. Este yacimiento es algo inusual en la prehistoria catalana, ya que el metal tuvo una introducción tardía.
Poco más se sabe de esta época prehistórica de Cunit, solo que eran pueblos nómadas que se movían a lo largo del año y tenían varios asentamientos dentro de un radio de 30 o 40 km.
Edad media en Cunit
Hasta el año 991 no encontramos ninguna referencia escrita de Cunit. En este primer documento se informaba que Cunit estaba bajo la jurisdicción del castillo de Cubelles, al cual perteneció en gran parte de la edad Media.
Entre los años 1131 y 1162, el conde Ramón Berenguer IV hace la donación del llamado castillo de Cunit al señor Dalmau de Cunit. De este castillo no queda ningún resto que pueda indicar su emplazamiento original.
Por tradición popular ha quedado el nombre de castillo a la casa solariega situada a la derecha de la riera, que conserva en su interior elementos arquitectónicos antiguos.
No obstante, el edificio está situado en un nivel más bajo que el pueblo, característica no nada habitual de los castillos que cumplían tradicionalmente una función defensiva.
El documento más notable que hace referencia a Cunit es la carta de población que otorga el rey Jaime I en 1274, al castillo, al pueblo de Cubelles y la población de Vilanova de Cubelles, que se transforman en villas reales.
La peste negra en Cunit
En el siglo XV numerosos sucesos acaban casi por completo con los habitantes de Cunit, quedando casi despoblada. El primer problema conocido durante esta época es la epidemia de la peste negra, la cual arrasó a casi toda la población durante el final de siglo XIV y principios de siglo XV.
Por si no fuera poco, a finales del siglo XV las incursiones de los piratas dejaron a Cunit muy maltrecha, quedando con vida unas pocas familias.
Camino a nuestra época
En el año 1762 la iglesia de San Cristófol fue restaurada y ampliada, ya que el aumento de población fue considerable gracias a las familias de pescadores que llegaban sobre todo desde las Islas Baleares.
En el año 1805 Cunit se separó administrativamente de Cubelles y se consideró por primera vez un municipio independiente. Durante este mismo siglo, aumentó considerablemente la plantación de viñedos y la producción de vinos en el Baix Penedés, situando a Cunit como el mayor productor de la zona.
Siglo XX, el despegue de Cunit como destino turístico
El golpe franquista a la república en 1936 hizo que los pueblos costeros como Cunit tuvieran que protegerse con búnkeres, ya que temían recibir un ataque desde el mar vía Mallorca. Finalmente, fueron los ataques aéreos los que acabaron con la resistencia costera.
Del Búnker apenas quedó una pared en pie, aunque está en fase de reconstrucción como elemento del patrimonio histórico de Cunit. Los años de posguerra fueron difíciles y muchos de sus habitantes acudieron al contrabando de tabaco para poder sobrevivir.
En los años 60 se inició el Boom inmobiliario de las segundas residencias en Cunit, convirtiéndolo en un lugar de veraneo y turismo. Durante los 80 la población siguió aumentando, pero fue en la década de los 90 cuando la población aumentó un 162 % llegando a los 12000 habitantes.
Hoy en día Cunit es un pueblo lleno de vida, sobre todo en verano ya que se ha convertido en el lugar ideal donde pasar la vacaciones junto a familiares y amigos. Sus playas, sus restaurantes y su gran clima hacen de Cunit un lugar maravilloso.